Viernes, 10 de Marzo de 1944

Mi querida Kitty:

Hoy es aplicable el refrán que dice que las desgracias nunca vienen solas. Lo acaba de decir Peter. Te contaré todas las cosas desagradables que nos pasan y las que quizá aún nos aguardan.En primer lugar, Miep está enferma, a raíz de la boda de Henk y Aagje, celebrada ayer en la iglesia del Oeste, donde se resfrió. En segundo lugar, el señor Kleiman aún no ha vuelto desde que tuvo la hemorragia estomacal, con lo que Bep sigue sola en la oficina. En tercer lugar, la Policía ha arrestado a un señor, cuyo nombre no mencionaré. No sólo es horrible para el susodicho señor, sino también para nosotros, ya que andamos muy escasos de patatas, mantequilla y mermelada. El señor M., por llamarlo de alguna manera, tiene cinco hijos menores de trece años y uno más en camino.Anoche tuvimos otro pequeño sobresalto, ya que de repente se pusieron a golpear en la pared de al lado. Estábamos cenando. El resto de la noche transcurrió en un clima de tensión y nerviosismo.Últimamente no tengo ningunas ganas de escribirte sobre lo que acontece en casa. Me preocupan mucho más mis propias cosas. Pero no me entiendas mal, porque lo que le ha ocurrido al pobre y bueno del señor M. me parece horrible, pero en mi diario de cualquier forma no hay demasiado sitio para él.El martes, miércoles y jueves estuve con Peter desde las cuatro y media hasta las cinco y cuarto. Estudiamos francés y charlamos sobre miles de cosas. Realmente me hace mucha ilusión esa horita que pasamos juntos por la tarde, y lo mejor de todo es que creo que también a Peter le gusta que yo vaya.
Tu Ana M. Frank

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