Viernes, 28 de Enero de 1944 (1)

Querida Kitty:

Últimamente he desarrollado una fuerte afición por los árboles genealógicos y las genealogías de las casas reales y he llegado a la conclusión de que, una vez comenzada la investigación, hay que hurgar cada vez más en el pasado y así descubrir las cosas más interesantes.Aunque pongo muchísimo esmero en el estudio de mis asignaturas del colegio y ya puedo seguir bastante bien las audiciones de la radio inglesa, todavía me paso muchos domingos seleccionando y ordenando mi gran colección de estrellas de cine, que ya está adquiriendo proporciones más que respetables. El señor Kugler me da una gran alegría todos los lunes, cuando me trae la revista Cinema & Theater. Aunque los menos mundanos de entre mis convecinos opinan que estos obsequios son un despilfarro y que con ellos se me malcría, se quedan cada vez más sorprendidos por la exactitud con que, después de un año, recuerdo todos y cada uno de los nombres de las figuras que actúan en una determinada película. Los sábados, Bep, que a menudo pasa sus días libres en el cine en compañía de su novio, me dice el título de la película que piensa ir a ver, y yo le nombro de un tirón tanto la lista completa de los actores principales, como las críticas publicadas. No hace mucho, mamá dijo que más tarde no necesitaré -ir al cine, ya que ya j me sé de memoria los argumentos, los actores y las críticas.Cuando un día aparezco con un nuevo peinado, todos me miran con cara de desaprobación, y puedo estar segura de que alguien me preguntará qué estrella de cine se luce con semejante «coiffure». Si contesto que se trata de una creación personal, sólo me creen a medias. En cuanto al peinado, sólo se mantiene durante media hora, porque después me canso tanto de oír los jui- cios de rechazo, que corro al cuarto de baño a restaurar mi peinado de rizos habitual.

Tu Ana

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