Sábado, 12 de Febrero de 1944

Querida Kitty:

Hace sol, el cielo está de un azul profundo, hace una brisa her­mosa y yo tengo unos enormes deseos de... ¡de todo! Deseos de hablar, de ser libre, de ver a mis amigos, de estar sola. Tengo tan­tos deseos de... ¡de llorar! Siento en mí una sensación como si fuera a estallar, y sé que llorar me aliviaría. Pero no puedo. Estoy intranquila, voy de una habitación a la otra, respiro por la rendija de una ventana cerrada, siento que mi corazón palpita como si me dijera: «¡Cuándo cumplirás mis deseos!» Creo que siento en mí la primavera, siento el despertar de la primavera, lo siento en el cuerpo y en el alma. Tengo que conte­nerme para comportarme de manera normal, estoy totalmente confusa, no sé qué leer, qué escribir, qué hacer, sólo sé que ardo en deseos...

Tu Ana

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