22 de Enero de 1944 (Añadido)

Ya no podría escribir una cosa así. Ahora que releo mi diario después de un año y medio, me sor­prendo de que alguna vez haya sido tan cándida e ingenua. Me doy cuenta de que, por más que quisiera, nunca más podré ser así. Mis es­tados de ánimo, las cosas que digo sobre Margot, mamá y papá, toda­vía lo comprendo como si lo hubiera escrito ayer. Pero esa manera desvergonzada de escribir sobre ciertas cosas ya no me las puedo ima­ginar. De verdad me avergüenzo de leer algunas páginas que tratan de temas que preferiría imaginármelos más bonitos. Los he descrito de manera tan poco elegante... ¡Pero ya basta de lamentarme!Lo que también comprendo muy bien es la añoranza de Moortje y el deseo de tenerlo conmigo. A menudo conscientemente, pero mu­cho más a menudo de manera insconciente, todo el tiempo que he es­tado y que estoy aquí he tenido un gran deseo de confianza, afecto y cariño. Este deseo es fuerte a veces, y menos fuerte otras veces, pero siempre está ahí.

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